Sabía también que los soldados vigilaban el lugar, sabía que el sepulcro estaba completamente cerrado: ¿quién nos quitará la piedra de la entrada?, se preguntaba, porque era una losa enorme. Sin embargo..., a pesar de todo, ella acude a estar con El.
Mira, las dificultades -grandes y pequeñas- se ven enseguida..., pero, si hay amor, como en el corazón de Magdalena, no se repara en esos obstáculos, y se procede con audacia, con decisión, con valentía.
Gracias José Molleja, por transmitirnos estas bellas palabras
No hay comentarios:
Publicar un comentario