viernes, 31 de octubre de 2014

SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS

Celebramos hoy la fiesta de "todos los santos".

(Grabado de F.T. Moncornet Sculp, 1768)

Santos son los que están el cielo gozando de Dios, los hijos de Dios, —con palabras de la segunda lectura—, que se han hecho semejantes a Él.

Y es la fiesta de todos, de "todos los santos" sin exclusión; es decir, la Iglesia reconoce que en el cielo hay más santos que en los altares y celebra sus méritos conjuntamente. Son, —con palabras de la primera lectura—, "una muchedumbre inmensa que nadie podría contar".

Tradicionalmente en este día se va al cementerio con la intuición de que muchos de nuestros familiares están entre esos santos. Con nuestros gestos, oraciones y flores, en estas fechas los recordamos vivos y seguimos sintiendo la fuerza de su amor. Agradeciéndoles cuanto supieron amar y amarnos. Con la confianza descansan en la Vida que no se acaba y en la plenitud del amor que es Dios.

¿Por qué son santos? Porque han vivido heroicamente las virtudes cristianas, porque han vivido los valores de las Bienaventuranzas, que escuchábamos en el Evangelio. Las Bienaventuranzas son, a la vez que el motivo de santidad de todos los santos, el camino de la santidad para todos nosotros.

Si alguien nos preguntase cuáles son nuestros sueños y aspiraciones en la vida, la mayoría de nosotros responderíamos que tener un buen trabajo, tener una familia, viajar, tener un buen coche, tener muchos amigos, estar bien considerado, ser inteligente, etc.

Cada uno de nosotros podría añadir alguna aspiración muy personal a esta lista. Y todo eso es legítimo, y está bien, siempre y claro que para obtenerlo no tengamos que sacrificar a otros ni tengamos que dejar de ser honrados. Lo que ocurre con las aspiraciones y con los sueños es que no todos se cumplen ni mucho menos, y que algunos acaban entrando en conflicto con otros. Los niños aprenden muy temprano que no todo lo que desean lo pueden tener y los adultos descubrimos que el tener muchas cosas no nos da siempre la felicidad, sobre todo cuando nos damos cuenta que otros no tienen ni lo mínimo para sobrevivir.

La aspiración y el deseo es un mecanismo poderoso que al hombre le permite progresar y realizarse. Pero ese deseo necesita un cauce para que no se vuelva contra uno mismo. El evangelio nos propone un cauce para enderezar el deseo humano por buen camino, hacia aspiraciones más altas.

Quizás oyendo con nuestros oídos apegados a este mundo, las palabras del Evangelio, todo eso de bienaventurados los pobres, los que lloran, los sufridos, los misericordiosos, nos puede sonar inverosímil o incluso ridículo, tan acostumbrados como estamos a buscar la felicidad en el tener y el poseer; y sin embargo para Dios la felicidad, nuestra felicidad de hijos suyos, está ahí, porque Dios conoce mejor que nadie el corazón humano y sabe que sólo se es feliz cuando uno se desprende de lo que tiene en favor de los demás, cuando uno lucha para que todos puedan tener un trabajo y una vivienda dignos, cuando uno trabaja por la paz y la justicia aún perdiendo de sus intereses y comodidades.

Éste es ni más ni menos el camino de la santidad, el camino que millones de personas como nosotros han recorrido y están recorriendo. Con dificultades, pero con fe. Con esfuerzo y renuncia, pero con confianza en la ayuda del Señor. Y estos santos están también aquí entre nosotros, se pasean a nuestro lado, son de nuestra propia familia, amigos, vecinos, hombres y mujeres de nuestra propia condición.

Hoy, fiesta de Todos los Santos, hagamos un esfuerzo por creer a Dios, por creer que las Bienaventuranzas nos pueden dar la felicidad que tanto buscamos. Hagamos ese esfuerzo por confiar en Él, en Dios; y decidámonos a entrar en el camino de la santidad, el único sueño y la máxima aspiración que todos debemos tener: ¡ser santos!.

Que nuestros amigos los santos, los que compartieron con nosotros su existir, nos ayuden con su ejemplo e intercesión a conseguirlo.

Que así sea.

Raul Martí Soler
Párroco de Serra, Valencia

miércoles, 29 de octubre de 2014

NOVIEMBRE 2014

Santa María Magdalena ha sido ataviada por sus camareras próximo ya el mes de noviembre, para conmemorar el mes de los Santos, y en recuerdos de los hermanos difuntos que fueron de esta nuestra hermandad. 



viernes, 24 de octubre de 2014

SAN RAFAEL

CUSTODIO DE CÓRDOBA

"Yo soy el ángel Rafael, uno de los siete espíritus que asisten delante del Señor".

miércoles, 15 de octubre de 2014

SANTA TERESA DE ÁVILA

APERTURA DEL AÑO TERESIANO
V CENTENARIO
28.3.1515 - 4.10.1482


“Cuando recibimos al Señor, cerremos los ojos del cuerpo y abramos los del alma. 
Es el momento de tratar con él. Buen tiempo para oír sus enseñanzas, 
agradecerle y suplicarle que no se aparte de nosotros.” 
(Santa Teresa de Jesús)

domingo, 12 de octubre de 2014

DÍA DE LA HISPANIDAD. VIRGEN DEL PILAR


¡Virgen del Pilar!
¡Patrona de la hispanidad!
Todos te veneramos
Por traernos el pilar.

Fuerza, de nuestra Fe ejemplar.
¡Qué orgullosos estamos!
Por haber entrado a evangelizar
En nuestra España querida.

Con la devoción Mariana.
Todos queremos cantar.
¡La Virgen del Pilar es Aragonesa!
¡Española, y ciudadana Universal!

sábado, 4 de octubre de 2014

SAN FRANCISCO DE ASÍS

(San Francisco de Asís. El Greco)

Señor, haz de mi un instrumento de tu paz.
Que allá donde hay odio, yo ponga el amor. 
Que allá donde hay ofensa, yo ponga el perdón. 
Que allá donde hay discordia, yo ponga la unión. 
Que allá donde hay error, yo ponga la verdad. 
Que allá donde hay duda, yo ponga la Fe. 
Que allá donde desesperación, yo ponga la esperanza. 
Que allá donde hay tinieblas, yo ponga la luz. 
Que allá donde hay tristeza, yo ponga la alegría. 

Oh Señor, que yo no busque tanto ser consolado, cuanto consolar, 
ser comprendido, cuanto comprender, 
ser amado, cuanto amar. 

Porque es dándose como se recibe, 
es olvidándose de sí mismo como uno se encuentra a sí mismo, 
es perdonando, como se es perdonado, 
es muriendo como se resucita a la vida eterna.