jueves, 23 de febrero de 2012

MENSAJE PARA LA CUARESMA 2012

El Santo Padre, el Papa Benedicto XVI, ha anunciado que el próximo 11 de octubre dará comienzo el año de la Fe, con el motivo del 50 aniversario del inicio del último Concilio, el II Vaticano. El hecho de haberlo anunciado con tanto tiempo de antelación nos puede ayudar a profundizar en nuestra fe, don de Dios, y así llegar preparados para escoltar las palabras magisteriales de nuestro Papa. Por eso miremos muy brevemente el significado profundo de la Semana Santa.

El momento es tan importante que la divina providencia nos prepara con el ejercicio de la santa cuaresma, que debemos saber aprovechar con los ayunos, abstinencias, oraciones y limosnas. Si no sabemos aprovechar los cuarenta días antes de Pascua, si no nos hacemos humildes con la obediencia de las prácticas cuaresmales, poco provecho sacaremos de la Semana más Santa del año.

Brevemente distinguiría todas las celebraciones en dos partes:

La primera parte es la centrada en la pasión y la muerte de Jesús, Dios hecho hombre. Serian los dos primeros días del Triduo Pascual. El Jueves Santo celebramos la Última Cena del Mesías antes de morir. Una cena ritual judía en la cual se anticipa de forma admirable su Sacrificio Glorioso en la Cruz, es la primera Misa jamás celebrada. Y el Viernes Santo cuando, siguiendo una antiquísima tradición, no se celebra el Santo Sacrificio del Altar, no hay Misa, sino que se hace una celebración de la Palabra con la adoración a la Cruz, después de haber proclamado y meditado la Pasión. Estos dos días tienen lugar las tradicionales procesiones por vuestras calles villarrenses que nos deben ayudar a ver, con imágenes bien aclaradoras, cuál fue esta Pasión que Jesucristo sufrió para ofrecernos la salvación.

La segunda parte de tan importantes fiestas estaría marcada por la Vigilia Pascual y el día de Pascua, el Domingo de Resurrección. El color y la ambientación cambian totalmente. Ya no estamos desesperados porque el que creíamos muerto y que nos había abandonado, ha resucitado de entre los muertos mostrándonos así el camino a seguir para conseguir nuestra salvación, el camino del sacrificio y el amor que nos enseña la Iglesia, el camino hacia el Reino de Dios tan deseado. El domingo de Resurrección debemos dar saltos de alegría, como hizo la Virgen cuando se encuentra con su Hijo y los Santos Juan y María Magdalena ¡Porque Cristo, nuestra Pascua, ha muerto y ha resucitado!

¡Qué Dios nos conceda a todos una provechosa Cuaresma y Semana Santa!

Mn Jaime Seguí Magenis
Vicario parroquial de Sineu, Sancellas, Llubí y Costix (Palma de Mallorca)

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