A pesar de los contratiempos para conseguir un remolque sobre el que construir la carroza, el trabajo y esfuerzo de la Hermandad han hecho posible ofrecer una gran carroza inspirada en el cuento de Aladdin, los colores azul y amarillo, las formas curvas y orientales tomadas de la cultura árabe han ido transformando el remolque en el bello trono del Rey Baltasar.
Cerca de 15 niños de la Cofradía han ido repartiendo su alegría, sonrisas, caramelos, serpentina y confetis al pueblo, su ilusión ha sido la mejor recompensa para los que hemos participado en la construcción de este trono efímero.
Para garantizar la seguridad de los niños y de la gente que accedía a recoger los caramelos del suelo, la hermandad dispuso una serie de hermanos, ya de edad adulta alrededor de la carroza vestidos de pajes, para cuidar que todo transcurriera con normalidad. ¡Gracias a ellos!
Fotografías: Juan José Platero Yerpes
Francisco Sendra Montes
No hay comentarios:
Publicar un comentario