Por segundo año consecutivo, el cielo presagiaba una amarga resurrección y un final aciago para una Semana Santa espléndida la de este 2014. Tras consultar los partes meteorológicos, las 4 hermandades del Domingo de Resurrección decidieron que la salida procesional sería a las 10 de la mañana y el encuentro se realizaría en la cercana Plaza de la Constitución.
Espléndida, elegante, luminosa fue avanzando Santa María Magdalena la calle Pablo Picasso hacia la plaza bajo los sones de la A.M.C. Puente Romano y una lluvia, esta vez, de pétalos hacia su encuentro con Jesús Resucitado que la esperaba en el centro de la calle. Ni la leve llovizna pudo aguar este gran momento. De nuevo se produjo la magia, el velo negro voló y Santa María Magdalena sorprendió a todos con un bello manto blanco recogido sobre sus hombros dejando ver parte de su espalda.
Gran acogida en esta procesión, un tanto inesperada en un marco que fue bastante acertado por su cercanía y su estética, hizo que todos disfrutáramos pese a todo de un inmejorable Domingo de Resurrección. La anécdota estuvo acompañada de los caramelos con la imagen de Santa María Magdalena que iban repartiendo los nazarenos de la Santa a los allí presentes. Una forma dulce de despedir hasta el año que viene a nuestra Semana Mayor.
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